Trucos prácticos para ahorrar electricidad

Muchos hogares en nuestro país llegan a fin de mes con dificultades, por eso te enumeramos formas prácticas de ahorrar energía y conseguir que la factura de la luz no desequilibre tu presupuesto

Muchas veces simples hábitos nos proporcionan un ahorro significativo en la economía familiar. Por ejemplo, podemos reducir el consumo de luz tomando decisiones que resultaran rentables a mediano plazo.

Habitúate a:

• Regular la temperatura de la calefacción entre los 19 y los 21 grados centígrados en invierno. Recuerda que cada grado más de temperatura significa 7% más de gasto de combustible.
• Mantener el aire acondicionado en 22 grados centígrados en verano. Es una temperatura ideal.
• Evitar el uso de la secadora.
• Apagar y desconectar todos los aparatos eléctricos que no estés usando.
• Apagar las luces cuando no estés en una habitación y al salir de una estancia.
• Darte duchas cortas. No deberías tardar más de 7 minutos bajo la ducha y cierra el grifo cuando te enjabones.
• Lavar la ropa con agua fría. Los detergentes actualmente están formulados para quitar la suciedad incluso en agua fría. Además, con esta temperatura cuidarás más los tejidos y los colores de tus prendas de vestir.
• Aprovechar al máximo la luz solar y el calor del exterior.
• Abrir las ventanas en la mañana y en las últimas horas de la noche en verano para que el aire exterior refresque la casa y baje las persianas, corra las cortinas o instala toldos en las ventanas.

Implementa estos cambios y toma  estas decisiones:

• Cambia tus electrodomésticos por modelos más eficientes y modernos.
• Cambia esas viejas ventanas por unas que ofrezcan un buen aislamiento térmico y acústico. Piensa en marcos de PVC y vidrios dobles bajo emisivos. Es una inversión que te resultara rentable con el tiempo.
• Aísla y sella las cajas de las persianas introduciendo en su interior corcho, espuma autoadhesiva o cualquier otro material aislante y pegándolas a las paredes. Evitarás la fuga de calor y las infiltraciones de aire frío de la calle.
• Sella puertas y ventanas. Localiza las rendijas, que se encuentran casi siempre en la parte inferior de la puerta de la entrada y en los lados de las ventanas, y coloca burletes, tiras de caucho, espuma o silicona.
• Cambia tu caldera por una de condensación.
• Propón a tu comunidad instalar contadores individuales o estimadores de costes de consumo por cada propietario en sustitución de la calefacción y agua caliente central. Te estarás adelantando a una medida obligatoria a partir del año 2016. Que cada vecino pague lo que consume.
• Instala termostatos por zonas, pon llaves termostáticas en los radiadores. Resultan económicos y permiten regular la temperatura de cada habitación de forma automática e independiente.
• Cambia las bombillas incandescentes y los halógenos por LED. Ahorrarás entre 80% y 90% del consumo eléctrico en iluminación. Además, la vida útil de las bombillas LED es muy superior a las tradicionales.
• Compara las ofertas de las compañías de energía y contrata la mejor tarifa. Existen diferencias importantes. También ten presente que puedes programar muchos electrodomésticos para usarlos durante las horas de tarifa reducida.
• Si puedes cámbiate a energías renovables como la solar térmica o la solar fotovoltaica. Requieren de una inversión inicial, pero después salen muy baratas. Esto debes hacerlo con la asesoría de profesionales.

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